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SIGUE SIENDO LA CALMA. (La que inquieta).
Hay bocas que miran mejor que mil ojos y ojos que hablan mas de mil palabras.
Hay labios en bocas que quedaron atascados y perdieron las palabras que necesitaban para quedarse en mi cama.
Hay lunas que se metieron en mi cama desvalijada para revolver mis sábanas y atrapar mis sueños entre las caderas inquietas de la madrugada.
Hay madrugadas atrapadas en sueños y sueño en lugares en los que recuerdo los recuerdos para no volverlos a soñar.
Y recuerdo montañas que debí escalar ; ¡qué puta adictiva es la pena; siempre fui de mar!.
Hay mares llenos de (h)olas ; llenos de adiós . ¡¿Ay Dios , en qué momento sucedió?! . ¿En qué momento dejé de ser yo para ser la que soy hoy? .
Hoy soy las bocas que me miraron y los ojos que me besaron . Soy las lunas que metí en mi cama para resolver mis sueños y revolvieron las sábanas.
Soy la sombra de los recuerdos que guardé con luz para mantenerlos.
Y soy las montañas que no escalé y las catástrofes llenas de pena que abandoné.
Soy la pena que nunca se agota de mirar al mar color nomeolvides;inmenso;potente; envolvente de la calma que me recuerda que no es la tormenta la que inquieta.
“Creyendo crear que creo alguna creación de mis recreaciones, creí que creaba” …
Gracias a las tormentas por no dejarnos a la deriva de la calma, por no dejarme nunca morir.